8/12/13

LAS PELÍCULAS DEL MES



Hay casi mil cuatrocientas películas anotadas en la sección Guía del Cine de la Revista Cable Mágico. De ellas, he visto doscientas cincuenta y siete. Cada mes suelo revisar esta sección y, como una suerte de desafío – a ver cuántas películas he visto de la programación-  procedo a marcar aquellas películas que ví alguna vez en el cine o en el formato del VHS o DVD.  Recuerdo que cuando recién salió el VHS, me negaba a ver las películas en tal formato porque consideraba que eso no era cine. Con ello concordaba, además, con aquellos críticos de cine, los llamados ‘puristas’, a quienes yo admiraba por aquellos textos que con agudeza y talento descubrían el universo de los directores admirados, al mismo tiempo que me nutrían de nuevos conceptos definiciones y me mostraban el camino para acercarme cada vez más y mejor a las películas admiradas. Era también una manera de ver el mundo, a la que yo afilié de inmediato con pasión...mucha pasión.

El tiempo ha pasado y ahora no tengo reparo alguno en ver las películas en el formato actual del DVD. Esta aceptación se facilitó por el hecho de encontrarme cada semana con una cartelera pobre en estrenos, casi siempre norteamericanos. En cambio la oferta del cable y de los vídeos (VHS en su momento, y ahora DVD), era no sólo abundante y variada, sino que estaba constituída por muchísimos clásicos y por filmes provenientes de aquellas cinematografías que la cartelera comercial no aceptaba, o sea la europea, asiática y la latinoamericana.

Hoy no he ido al cine como solía hacerlo en el pasado. Mejor dicho, no he tenido gana alguna de ir a ver la última aventura de  Indiana Jones, que la imagino con más de lo mismo que hemos visto en el pasado. En cambio, hoy me resistí a ir a la casa de mi amiga Gaby –para saludarla por su cumpleaños lo haré mañana y le diré cuándo podemos ir a tomar una copa de vino- y preferí quedarme en casa viendo una película. Seleccioné La Masacre de Katyn, un filme del polaco Andrzej Wajda, sobre un episodio trágico de la segunda guerra mundial. Filme notable hecho con sensibilidad y sin ocultar la dureza de unos acontecimientos que son toda una vergüenza para la humanidad. Los rusos mataron a 22,000 polacos en el año cuarenta y culparon a los alemanes. La mentira la ocultaron hasta el año 90 en que Yeltsin aceptó públicamente la responsabilidad de la URSS en el genocidio.  Un filme ampliamente recomendable y que nos trajo a la mente que aquí en el Perú hay políticos que se las dan de demócrtas, pero que tienen un gran rabo de paja en materia de violación de los derechos humanos: García y los Penales, Morales Bermúdez y los montoneros argentinos.

Pero volvamos a las películas. Sólo que, tal vez por la edad, ahora estos temas me impresionan con más fuerza, y me llevan a investigar con mayor detalle acerca de los hechos narrados en el film. Quise escribir antes esta nota, pero el tiempo se me pasó examinando varias páginas web dedicadas a tratar la masacre de Katyn. Sigo aún en estado de shock luego de ver la película y ver que lo allí mostrado refleja una realidad durísima y penosa. Según lo leído, las matanzas eran diarias, empezaban al mediodía y terminaban en la madrugada. Todos los días, esa espantosa rutina de descerrajar un tiro en la nuca a los condenados, subirlos al camión para trasladarlo a campos especialmente preparadaos para enterrar los cuerpos o pegarles un tiro en la nuca al borde de la fosa común. Eso demandaba una  organización grande, un movimiento de personas y recursos de gran magnitud. Y toda esa organización maléfica bajo el control de un Stalin ominpresente, al que aún no termino de maldecir.

Bueno, ahora sí volvemos a las películas. ¿Qué recomendar para este mes?. Pues, veamos. Revisaremos la Guía de Cine (página 103), pero sólo mencionaré las que valen la pena, pues de lo contrario no terminaría nunca, Empezando la lista, nos eencontramos con 8 Mile, filme de Curtis Hanson, que tiene como novedad la actuación del rapero Eminem, que no desentona con una historia de competencia y triunfo. Alcatraz, nos pone en contacto una vez más con Donald Siegel, uno de los maestros de Clint Eastwood en un filme sobre la fuga de unos prisioneros de la tristemente célebre cárcel norteamericana. Amarcord es un film nostálgico de Fellini que el cable nunca deja de pasar y del cual resulta inolvidable ese ¡Quiero una mujer!!! , que uno de los personajes en un pasaje de la pelicula, grita a pleno pulmón. American Graffiti, de George Lucas, es para los nostágicos de los sesenta: los amores de juventud, las vueltas interminables en los carros modelos de los cincuenta y la música antes de The Beatles. Antes del atardecer (Richard Linklater) es un delicioso filme de reencuentro de dos amigos (ella, la maravillosas Julie Delpy) que, una vez más conversan sobre el amor y la nueva oprotunidad caminando por las calles de un París acogedor. Batman vuelve, de la mano de Tim Burton, cuyo nombre es suficiente para mirar con interés la nueva historia del hombre murciélago. Vale la pena ver Bob, Carol, Ted y Alice (Paul Mazursky) para sintonizar con el talante de los sesenta y el llamado amor libre que empezaba a molestar a moralistas y reprimidos. Buenas Noches y Buena Suerte es un filme dirigido por George Clooney y que arroja muchas luces sobre su opción política, haciendo frente a los sectores más conservadores de la sociedad norteamericana. Cabo de Miedo de J. Lee Thompson, es el acertadísimo antecedente del filme que Scorsese haría en los noventa cargando las tintas con un De Niro desbordado. Si nos encanta las aventuras de piratas y de capa y espada, pues nada mejor que ver Capitan Blood del siempre en caja Michael Curtiz y el invencible Errol Flynn (aquellos que han hecho la serie actual del Capitán Sparrow no le llegan ni a los talones de aquellas aventuras de Curtiz y Flynn). Un film extraordinario que hay que ver de todas maneras es Capitán de Mar y Guerra del australiano Peter Weir, que hizo que el almidonado Russel Crowe, tuviera su mejor actuación hasta el momento. Carlito´s Way es una de las notables películas que ha hecho Brian de Palma, en complicidad con Al Pacino. Y si tuviera que escoger una película en este mes, no dudaría en seleccionar Cartas desde Iwo Jima, del maestro Clint Eastwood; la lucha por la toma de esta isla desde el punto de vista japonés es conducida con sabiduría y sensibilidad por este cineasta entrañable. Cautivos del Mal es la visión dura del Hollywood de las estrellas, visión a cargo del maestro Vincente Minnelli. Código de Honor es una película del siempre inspirado Sean Penn, que hace de Jack Nicholson un detective que en el proceso de investigación se encontrará consigo mismo. Conspiración del Silencio es una pequeña obra maestra del talentoso John Sturges que enfrenta al gran Spencer Tracy con un grupo de pobladores que encubren tras su silencio y hostilidad el profundo racismo que subyace en el corazón de una norteamérica en plena caza de brujas. Crash: Extraños Placeres es un filme de David Cronenberg, siempre obsesionado por el cuerpo humano y sus deformaciones. De Paseo a la Muerte es también una obra maestra que, de mano de los Coen, nos pone en contacto con un universo de venganza y violencia. La versión de Tay Garnett de El Cartero Llama Dos Veces siempre me resultó inquietante: las piernas de Lana Turner nos conducen a la perversión y al crimen, inevitablemente, como al desarmado John Garfield, que termina en la cámara de gas. El Hombre que Burló a la Mafia, del siempre eficiente Donald Siegel, nos garantiza acción y diversión sin tregua alguna. El Hombre que Nunca Estuvo, es otra joyita más de los hermanos Coen: robarle a la mafia y escapar sano y salvo es toda una proeza, pero, ¿lo logrará? El Joven Manos de Tijera es un cuento delicioso de un Tim Burton que hace un uso sabio del color y de las referencias cinéfilas. Nunca olvidaré el placer con el que aprecié El Padre de la Novia, filme de Minnelli sobre un padre celoso que sufre cuando su hija le anuncia que se va a casar. Orson Welles hizo de la pesadillesca El Proceso una obra maestra, sin  traicionar el original kafkiano. El Sueño de Mi Vida es el horrible título en español de la hermosa Honkytonk Man, del maestro Clint Eastwood, quien hace de cantante country a la búsqueda del éxito, recorriendo el vasto paisaje americano. El Tigre y el Dragón es una historia fantástica que nos envuelve por esas hermosas escenas de combate que semejan un ballet a cargo de un inspirado Ang Lee. Fargo es también un filme de los Coen: inolvidable Frances McDormand haciendo de policía encinta y oscilando entre la ingenuidad y la perspicacia. Hay que ver Furyo de todas maneras, filme del japonés Nagisa Oshima, que pone enfrente a un prisionero y a su torturador. Golpes del Destino o Million Dollar Baby, otra obra maestra de Clint, que nos impresionó por esa escena en que el entrenador y su pupila conversan y los sentimientos van desde el afecto filial hasta el deseo contenido. ¡Hatari! es la diversión absoluta, es el disfrute pleno de los sentidos, es la aventura llevada a su máxima expresión gracias al maestro Howrd Hawks. Hannah y sus Hermanas es el Woody Allen en la mejor de sus formas. Hombres Violentos es un western adulto del a veces ignorado Rudolph Maté. La Amenaza de Andrómeda, de Robert Wise,  es un filme de ciencia ficción excitante y cuyo interés se mantiene hasta que sale la palabra fin. La Cruz de Hierro es una película de guerra del gran Sam Peckinpah, o sea violencia a raudales y una historia que nos envuelve desde las primeras imágenes. Del mismo Sam, la épica La Pandilla Salvaje, obra maestra absoluta y una de las mejores películas de todos los tiempos: aún recuerdo emocionadísimo esa escena con los pistoleros atravesando la ciudad con las armas en la mano sabiendo que van a morir, pero dispuestos a vender cara su vida. La Pantera Rosa y un Blake Edwards en su mejor forma dirigiendo al inolvidable Peter Sellers haciendo del torpe Inspector Closeau: risas al por mayor. La Princesa que Quería Vivir, de William Wyler, historia exquisita, delicada, sensible con la etérea Audrey Hepburn. La Strada del Fellini en sus comienzos, emocionándonos con la actuación de una Giulietta Massina en el papel de la inolvidable Gelsomina. Vale la pena ver Las Vírgenes Suicidas, si no la primera, una de las primeras películas de la hija del gran Francis F. Coppola; sacó el talento de su padre, sin duda y nos impactó con esta dura historia de represión en un ambiente de la clase media norteamericana. Recomiendo ver Los 300 Espartanos de Rudolph Maté, película que con bajos recursos tiene mayores logros que el esperpento perpetrado hace relativamente poco tiempo por Z Snyder, basado en los dibujos de Frank Miller. Recuerdo con cariño Los Duelistas, de Ridley Scott, que me inició en la obra de Joseph Conrad; fueron los mejores años de ese director bastante venido a menos. Los Imperdonables de Clint Eastwood es una de las varias obras maestras de Clint, que selló con broche de oro el género de las cabalgatas y disparos; los westerns que se hicieron después no tuvieron la garra de este filme deseperado y crepuscular. Del alemán Fritz Lang, pasan en cable M, el Vampiro de Dusseldorf, en el que es todo un placer ver a Peter Lorre haciendo de criminal en serie. Primera Plana de Billy Wilder siempre nos deja sin aliento por ese gran pulso narrativo de un director creativo y original. Hay que ver Rebelde sin Causa si queremos tener una idea de cómo era la vida en los cincuenta, cuando James Dean aún vivía y modelaba la vida de jóvenes y adolescentes. Rescatando al Soldado Ryan y sus primeros treinta minutos de acción (eliminemos el prólogo que es llorón y patriotero) nos dejaron estupefactos y al borde de tirarnos al piso para evitar que nos cayera un balazo; y luego un gratísimo homenaje al gran Anthony Mann y sus películas de guerra; sin duda, de lo mejor que ha hecho Spielberg. Richard Lester hizo la entrañable Robin y Marian, que nos emocionó por ese delicado balance entre la ironía y el mito. Nunca debemos perder las películas de Orson Welles: su cine es más grande que la vida y Soberbia es un claro ejemplo de lo que decimos. Si queremos reir a mandíbula batiente no perdamos Sopa de Ganso de los entrañables hermanos Marx. La risa y la reflexión política se dan la mano en Tiempos Modernos de Charles Chaplin, la cual hay que ver de todas maneras. No debería estar en esta lista Tierra Fría, una convencional película protagonizada por la hermosa Charlize Theron (declaro públicamente mi amor por esta bella actriz), pero tiene música de Bob Dylan, qué se le va a hacer, seamos pues un poco flexibles con nuestros criterios cinéfilos. Total, esta no es una nota para Hablemos de Cine o La Gran Ilusión. Si a Penélope Cruz la amábamos ya desde sus primeras películas, Volver, el filme de Almodóvar, nos invita, por su talento a quererla aún más.

Y, bueno, hay otras películas valiosas sobre las que habría que hablar, pero ya llegó la medianoche y debo terminar aquí.

Pero antes, debo indicar que hay algunas películas que no he visto y que me preparo para verlas este mes. En su momento las comentaré, la mayoría de ellas son westerns y algunos documentales sobre las películas de Chaplin. Nos vemos en el cine.

R.


Lima, 1 de junio de 2008

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