30/4/14

EL PERÚ Y SUS ÍNDICES DE ENERGÍA


Se observa un gran movimiento en el campo energético de nuestro país. Se aproxima un fórum internacional de gas y energía a llevarse a cabo en setiembre y encuentros de negocios con empresarios alemanes promovidos por la fundación Konrad Adenauer y algunas consultoras berlinesas para octubre de este año. Todo ello es un indicativo del interés que hay por invertir en nuestro país, dadas las oportunidades y la visión del potencial existente.

Este pequeño párrafo que indica lo que se viene en el sector eléctrico y de combustibles nos obliga a tener presentes algunos indicadores económico financieros así como una información básica relacionada con el campo de la energía. Parte de esta información está siendo tomada del artículo Perspectivas para Alemania en el Sector Energético de Perú, cuyo autor es Carlos Peláez, PhD del instituto de la Competencia y Derecho Energético de la U. Berlín.

Para empezar, diremos que el Perú ya está en los treinta millones de habitantes y tiene un Producto Bruto Interno (PBI) de USD  220 billones. Su  tasa de inflación es bastante baja, a pesar de los repuntes últimos que ha habido, y llega en el año a 3.28%; en tanto que su tasa de crecimiento económico promedio en los últimos diez años bordea el 6.4%. Ciertamente, el BCP, para este año está proyectando 5.5%, disminución que ha puesto en alerta a algunos agentes económicos, pero que, creemos, no debe llevarnos a la angustia y menos al pesimismo.

Los recursos energéticos, según su aprovechamiento, y de acuerdo a la Memoria Anual 2012 del COES, son: agua (55.86%), gas (43%), carbón (1.8%), petróleo (1.1%) y renovables (1.7%).  Para los próximos años, se proyecta que las principales fuentes de energía serán las centrales de generación hidroeléctrica y térmica, siendo el uso del gas en ciclo combinado, el objetivo de las inversiones en esta segunda fuente. Es importante mencionar que tanto la energía solar como la eólica no han experimentado un desarrollo en el país, pero los estudios demuestran que existe un gran potencial.

Según datos del Ministerio de Energía y Minas, están previstas inversiones del orden de los 24 mil millones de dólares hasta el 2016 en el rubro energético. Tales inversiones incluirían la construcción de gasoductos de transportes y redes de distribución de gas para diecinueve ciudades, ampliación de la red eléctrica, construcción de centrales de generación hidroeléctrica y térmica para inyectar 3000 MW al sistema eléctrico nacional, la construcción de un polo petroquímico en el sur del país y otros proyectos más.

No olvidemos tampoco que el crecimiento de la demanda energética ha sido de 6.65% entre el 2012 y el 2011, y su crecimiento promedio anual en los últimos cinco años ha sido de 5.94%. La demanda máxima en el año 2012 fue 5290 MW.

En cuanto al mercado eléctrico, Carlos Peláez, cuya nota nos ha motivado a escribir la presente, opina que ha arribado a tal estado de dinamismo que lo hace muy atractivo para las inversiones. Este mercado está compuesto de aproximadamente sesenta empresas de producción y generación, veinte de transmisión, veintiocho de distribución y ciento cincuenta de una miscelánea de empresas dedicadas a la consultoría, suministro de productos y prestadoras de servicios, empresas que a la vez sirven de nexos con empresas foráneas que tienen amplia participación en el mercado local.


Si de crisis hablamos, habría que mirar el campo de la energía. Allí hay la suficiente efervescencia como para pensar que hay mucho por hacer y, por lo tanto, que hay la oportunidad de aportar a conservar la ilusión de un futuro para nuestro país.

Escrito para el noticiero digital de Quimpac
Septiembre 6, 2013

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