18/1/10

HEATH LEDGER

A Gaby, que durante un buen tiempo quiso descubrir
el origen de las cicatrices de El Guasón

Ennis del Mar (Brockeback Mountain) y El Guasón (The Dark Knight) , personajes que viven ahora en el imaginario de los cinéfilos, están en guerra contra la sociedad. La del primero es una guerra silenciosa, tensa y con un protagonista consciente de su derrota. La del segundo, en cambio, tiene resonancias múltiples y nefastas sobre el mundo del que aspira adueñarse. Ambos personajes comparten, en relación con el universo en el que se mueven, el carácter marginal que llevan como marca de origen, aún cuando se ubiquen en esferas morales radicalmente diferentes. Ennis del Mar es callado, ensimismado, vive en un mundo interior asaltado por los temores, violencias y amenazas que recibió en sus primeros años de sus mayores que condenaban abierta y cruelmente la homosexualidad. Su silencio y su minimalismo gestual forman parte de la careta que ha decidido usar de manera permanente para defenderse de la amenaza exterior. La risa o la manifestación de su alegría –si acaso llega a ella- son momentos efímeros que más parecen pequeños rictus de dolor o de melancolía o quizás pequeños oasis en medio de un paisaje aparentemente desolado. Sí, aparente, porque en ese interior bullen los deseos, las pasiones y esa profunda atracción amorosa que ha empezado a nacer por el compañero entrañable de su aventura física y sentimental en las alturas de Brokeback Mountain. Y la impotencia ante su ausencia se desborda en desesperados golpes de cabeza y puños contra una pared mientras a duras penas logra controlar los sollozos que pugnan por romper el muro con el que ha cercado sus emociones; pero también se escurre de manera emotiva a través del abrazo imaginario al amigo asesinado, acercando su camisa a su rostro para encontrar en su olor y en la caricia de la prenda el recuerdo de su cuerpo y de sus afectos. El Guasón de The Dark Knight conserva en su rostro las cicatrices de un origen oscuro, violento, misterioso. El Guasón guarda un pasado donde el tormento y la exclusión han moldeado al personaje que ahora, consciente de su capacidad destructiva, intenta poner a sus pies el universo de donde él proviene. La corrupción, el robo, el crimen han sido el caldo de cultivo de este personaje que ahora potencia tales actos entre risas malévolas y explosiones de dimensiones catastróficas. El Guasón, con sus cicatrices cubiertas por las pinturas y afeites del payaso, es el mal mismo entronizado en una ciudad en la que sólo han quedado los matices oscuros de una noche permanente, como si él se hubiera apropiado de todos los colores del espectro y hubiera robado de sus habitantes la risa, el humor y la diversión. La verborrea de El Guasón, su risa burlona, sus miradas aviesas, su travestismo, su caminar rápido y desgarbado y sus movimientos y gestos nerviosos con las manos, festejando la destrucción que su presencia motiva, contrastan con la tiesura, el formalismo y la mediocridad de sus antagonistas. Y por ello, con ánimo celebratorio, nos sentimos fuertemente atraídos hacia el lado oscuro de ese ser que hizo de la perversidad la razón de su existencia.

El primero se esfumó con su tristeza y parquedad en ese hermoso y bucólico paisaje westerniano hecho de rocas y vegetación, de cielos azules y ríos de aguas cristalinas, que fue testigo de aquellos momentos de arrebato y felicidad. El segundo, insaciable de carcajadas e ironías, ávido de destrucción y caos, se fundió en el reino de la oscuridad y el horror, como una sombra más oscura que la sombra de la noche (3).

Entre el diazepam, la doxilamina y un menú bien cargado de drogas ansiolíticas, el hombre que hizo de Ennis del Mar y el Guasón, se abrió paso a la memoria colectiva en una, quizás, noche de oscuridad profunda. Solo, insomne y melancólico.

Heath Ledger (1979-2008), alias Ennis del Mar, alias El Guasón, a medio camino entre el descubrimiento y la leyenda, dio también vida cinematográfica al renaciente y emotivo Dylan de los setenta, al de la época del revelador y melancólico Blood on the Tracks (1974) en I’m Not There.

ROGELIO LLANOS

Notas
(1) Brokeback Mountain. Film de Ang Lee, del año 2005.
(2) The Dark Night es un film de Christopher Nolan, del año 2008. Aquí se estrenó como Batman: El Caballero de la Noche.
(3) Frase que me he permitido tomar de El Corazón de las Tienieblas, de Joseph Conrad.